El ácido hialurónico es un componente (polisacárido) que forma parte de nuestro organismo de forma natural, lo encontramos en las articulaciones, en los cartílagos y en la piel.
Es una molécula que tiene un funcionamiento clave en la piel: dar SOPORTE y ELASTICIDAD.
A medida que pasan los años deja de producirse de forma natural lo que provoca los primeros síntomas de envejecimiento: los ligamentos faciales pierden tensión, el tejido subcutáneo y los compartimentos de grasa disminuyen perdiéndose soporte para los tejidos superficiales, y la dermis pierde colágeno y con ello elasticidad de la piel…Todo ello provoca falta de flexibilidad y la aparición de las arrugas de envejecimiento.
Tenemos principalmente dos formas de usarlo en consulta:
Lo inyectamos directamente en la piel a través de microinyecciones, generalmente se utiliza añadiéndole vitaminas, aminoácidos o péptidos aportándole a la piel lo que deja de fabricar.
Es un ácido hialurónico más denso que se utiliza en diferentes áreas de la cara principalmente para reponer volúmenes, tratar pómulos, definir o proyectar los labios, tratar los surcos nasogenianos o líneas de marioneta, proyectar el mentón o realizar un marcaje de la línea mandibular.
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